A los grupos IWW de las islas británicas, asociados a la CIT, les preocupa gravemente que la Confederación Nacional del Trabajo (CNT de la CIT) lleve a la CNT-AIT a los tribunales para hundirla económicamente.
Nosotros, la Administración Regional de Gales, Irlanda, Escocia e Inglaterra (WISE-RA, Wales, Ireland, Scotland and England Regional Administration) de los Trabajadores Industriales del Mundo (I.W.W., Industrial Workers of the World), somos conscientes de la situación en curso entre la Confederación Nacional del Trabajo – Confederación Internacional del Trabajo (CNT-CIT) y la Confederación Nacional del Trabajo – Asociación International de los Trabajadores (CNT-AIT). Esta situación se ha convertido en un caso legal que podría dar lugar a que los compañeros sindicalistas reciban multas increíblemente elevadas o penas de cárcel.
Como miembros de la ICL-CIT (International Confederation of Labour – Confederación Internacional del Trabajo), estamos increíblemente preocupados por estas posibles sanciones Como sindicato de clase y revolucionario, aborrecemos la violencia estatal, especialmente cuando esta violencia del estado amenaza a los que tratan de construir un mundo mejor.
Anteriormente, hemos mostrado nuestra solidaridad hacia las 6 de la Suiza, y hemos condenado la sentencia de cárcel a la que se enfrentan. Sería hipócrita si no mostrásemos la misma solidaridad hacia los miembros de la CNT-AIT amenazados con penas de prisión.
Esperamos que la CNT-CIT y la CNT-AIT puedan zanjar las diferencias a través del arbitraje o la mediación, en lugar de recurrir a la violencia estatal. Nuestro propósito es construir un mundo nuevo dentro de la cáscara del antiguo; como movimiento, no podemos erigir un mundo libre de represión estatal, ejerciendo esa misma represión contra nuestros compañeros trabajadores. Por lo tanto, WISE-RA pide a CNT-CIT y CNT-AIT que utilicen un marco de justicia transformadora para la resolución de conflictos, a fin de evitar resolver estas cuestiones mediante la violencia estatal.
Nada prevendrá nuestras declaraciones y actos de solidaridad con los sindicalistas revolucionarios y trabajadores que luchan contra el sistema capitalista en todas partes. Sin embargo, la solidaridad no significa – y no debería significar – que no pidamos responsabilidades a nuestras camaradas cuando van en contra de los principios fundamentales de nuestro movimiento. En esta instancia, nos vemos obligados a señalar este uso de la violencia estatal contra trabajadores.
